
Este recuerdo es de cuando tenía 2-3 años.
Todos tenemos una primera memoria, aquella que nos remite a un origen, una raíz y que podría explicarnos tal vez muchas cosas relativas a nuestra forma de ser. Me gustaría que este blog fuera un cuaderno de notas en el que alumnos y profesor (y todos los que quisieran sumarse) emprendieran juntos, tomados de la palabra, el camino de regreso hacia esa primera memoria.
Mi primera memoria transcurre más o menos con tres años, en casa de mis tíos.
Yo jugaba con mi primo en el salón, con los playmobil, en una de esas alfombras en las que juegan los niños pequeños. Tenía dibujada una ciudad, para jugar con los coches de juguete. Mientras jugábamos, mis tíos estaban viendo la televisión y, de repente, pusieron una película. Yo miré justo en ese momento y me acuerdo que trataba sobre unas arañas gigantes que habían encerrado a un grupo de personas en un centro comercial y aparecían y se abalanzan sobre las personas, devorándolas... Durante muchas noches, tuve muchas pesadillas recordando ese momento que a lo mejor solo duró menos de un minuto. Pero ese momento cambió mi vida para siempre, porque desgraciadamente tengo aracnofobia.